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Miguel Remiro: Frente a la bravura de Toros de Guerrero

Miguel Remiro: Frente a la bravura de Toros de Guerrero


Miguel Remiro.

Formado en “Ceta Mar de Nubes”, crece entre el clasicismo y la nueva tauromaquia.


Miguel Remiro es un joven novillero sin caballos natural de Zaragoza, y una de las promesas más firmes de la Escuela Taurina “Ceta Mar de Nubes”, dirigida por el también novillero Miguel Cuartero. Su historia no parte de una tradición familiar ni de una herencia taurina directa; al contrario, su afición nace de forma pura, instintiva. Desde que tiene uso de razón, el toro ha sido su animal favorito. “No sé de dónde viene esta afición, pero siempre ha estado ahí”, reconoce Miguel, con la sinceridad de quien siente sin tener que explicar.


A pesar de no contar con antecedentes taurinos, el joven aragonés ha labrado su camino con firmeza. Se identifica profundamente con el tercio de muleta, el momento cumbre de toda faena, en el que el torero muestra lo que lleva dentro, su verdad. “La muleta es donde me expreso, donde siento que todo cobra sentido”, afirma. Su primera experiencia como espectador fue en el Coso de la Misericordia, donde presenció la magia de figuras como Morante de la Puebla y El Juli, dos estilos muy distintos que, sin duda, han marcado su concepción del arte taurino.


En el año 2024, Miguel Remiro dio un paso decisivo en su carrera: debutó lidiando su primer novillo y salió triunfador cortando dos orejas, alzándose con el título de ganador del II Bolsín Taurino Ciudad de Tarazona. Ese mismo año participó también en el XII Encuentro de Escuelas Taurinas en Peñaflor de Gállego, donde fue reconocido como uno de los becerristas más destacados.


La formación de Miguel ha sido constante y exigente. A lo largo de 2024, entrenó y toreó en tentaderos junto a sus compañeros de escuela, destacando su participación en la ganadería Alejandro Cantín, en Alfajarín, donde se enfrentó a reses de encaste Domecq bajo la tutela del maestro Cuartero. En marzo de 2025, volvió a destacar al participar en el V Bolsín Taurino de Cariñena, consolidándose como un nombre a seguir dentro del circuito de novilleros sin caballos.


Su temple y carácter se ponen a prueba en cada tienta. En una de sus últimas actuaciones, toreó una brava y encastada becerra de la ganadería José Daniel Guerrero, mostrando una madurez sorprendente para su corta trayectoria en la tauromaquia. Su forma de entender el miedo es tan auténtica como su toreo: “No se vence el miedo, lo supera la adrenalina”.

Fuera del ruedo, Miguel lleva una vida sencilla. Le gusta el tenis, el esquí y es muy activo en redes sociales, especialmente en Instagram (@migueel.remiro), donde comparte su día a día, entrenamientos y vivencias como torero en formación. Su perfil refleja no solo la evolución de un joven novillero, sino la entrega y pasión de quien ha elegido un camino difícil pero lleno de arte.

Miguel Remiro representa a toda una generación que entiende el toreo como una vocación sincera, libre de imposiciones y nacida del corazón. Y como todo torero con alma, ha decidido vivir con el toro… y por el toro.

Miguel Remiro. Novillero sin caballos de la generación Web 3.0


Ganadería "Toros de Guerrero" Fuentes de Ebro (Zaragoza).


Miguel Remiro: Frente a la bravura de Toros de Guerrero

Formado en “Ceta Mar de Nubes”, crece entre el clasicismo y la nueva tauromaquia.

Miguel Remiro es un joven novillero sin caballos natural de Zaragoza, y una de las promesas más firmes de la Escuela Taurina “Ceta Mar de Nubes”, dirigida por el también novillero Miguel Cuartero. Su historia no parte de una tradición familiar ni de una herencia taurina directa; al contrario, su afición nace de forma pura, instintiva. Desde que tiene uso de razón, el toro ha sido su animal favorito. “No sé de dónde viene esta afición, pero siempre ha estado ahí”, reconoce Miguel, con la sinceridad de quien siente sin tener que explicar.

A pesar de no contar con antecedentes taurinos, el joven aragonés ha labrado su camino con firmeza. Se identifica profundamente con el tercio de muleta, el momento cumbre de toda faena, en el que el torero muestra lo que lleva dentro, su verdad. “La muleta es donde me expreso, donde siento que todo cobra sentido”, afirma. Su primera experiencia como espectador fue en el Coso de la Misericordia, donde presenció la magia de figuras como Morante de la Puebla y El Juli, dos estilos muy distintos que, sin duda, han marcado su concepción del arte taurino.

En el año 2024, Miguel Remiro dio un paso decisivo en su carrera: debutó lidiando su primer novillo y salió triunfador cortando dos orejas, alzándose con el título de ganador del II Bolsín Taurino Ciudad de Tarazona. Ese mismo año participó también en el XII Encuentro de Escuelas Taurinas en Peñaflor de Gállego, donde fue reconocido como uno de los becerristas más destacados.

La formación de Miguel ha sido constante y exigente. A lo largo de 2024, entrenó y toreó en tentaderos junto a sus compañeros de escuela, destacando su participación en la ganadería Alejandro Cantín, en Alfajarín, donde se enfrentó a reses de encaste Domecq bajo la tutela del maestro Cuartero. En marzo de 2025, volvió a destacar al participar en el V Bolsín Taurino de Cariñena, consolidándose como un nombre a seguir dentro del circuito de novilleros sin caballos.

Su temple y carácter se ponen a prueba en cada tienta. En una de sus últimas actuaciones, toreó una brava y encastada becerra de la ganadería José Daniel Guerrero, mostrando una madurez sorprendente para su corta trayectoria en la tauromaquia. Su forma de entender el miedo es tan auténtica como su toreo: “No se vence el miedo, lo supera la adrenalina”.

Fuera del ruedo, Miguel lleva una vida sencilla. Le gusta el tenis, el esquí y es muy activo en redes sociales, especialmente en Instagram (@migueel.remiro), donde comparte su día a día, entrenamientos y vivencias como torero en formación. Su perfil refleja no solo la evolución de un joven novillero, sino la entrega y pasión de quien ha elegido un camino difícil pero lleno de arte.

Miguel Remiro representa a toda una generación que entiende el toreo como una vocación sincera, libre de imposiciones y nacida del corazón. Y como todo torero con alma, ha decidido vivir con el toro… y por el toro.

Miguel Remiro. Novillero sin caballos de la generación Web 3.0