La Malagueta (Malaga).

"La Malagueta" desde el mirador de Gibralfaro.

La Plaza de Toros de Málaga, conocida de forma popular como La Malagueta, no solo es el epicentro de lo taurino en esta ciudad, también es uno de sus monumentos más representativos. De hecho, en medio del barrio del que toma su nombre, la perfección con que se trazó su ruedo destaca en la imagen clásica de la ciudad. Esa que los turistas se llevan en sus cámaras y/o teléfonos móviles desde las alturas de Gibralfaro. Una auténtica obra de arte de estilo Neomudéjar, que ha sido declarada como Conjunto Histórico-Artístico y Bien de Interés Cultural.

Aquí ha triunfado alguna de las más grandes figuras del toreo nacional e internacional. Pero tan llamativas como las corridas de toros que aquí se celebran cada año, lo es su arquitectura, firmada por Joaquín Rucoba. Es decir, el autor del Mercado de Atarazanas.

El origen de la actual Plaza de Toros de Málaga hay que buscarlo en 1876 cuyas obras se iniciaron dos años antes. La inauguración de la plaza de toros se celebró el 11 de junio de 1876, con una corrida de toros protagonizada por los toreros Rafael Molina “Lagartijo”, Antonio Carmona y Luque, y Manuel Domínguez. Los planos del proyecto llevado a cabo por el arquitecto Rucoba, concretamente los de la estructura del edificio, los pilares y las balconadas, se conservan actualmente en la Real Cátedra Gaudí de la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Barcelona. No se sabe a ciencia cierta por qué los planos se conservan en Barcelona en lugar de en la ciudad de Málaga, aunque el resto de documentación sí se encuentra en la Diputación de Málaga. 

El arquitecto encargado del proyecto de construcción de esta Plaza de Toros de Málaga, o La Malagueta, fue Joaquín Rucoba. Para ello, concibió un edificio con forma de hexadecágono, en su fachada, y de una circunferencia perfecta en su interior. El estilo constructivo de la plaza de toros es el neomudéjar, y tras la reforma que se llevó a cabo en el año 2010, posee un aforo de 9.032 personas. El diámetro del ruedo es de 52 metros, y dentro de las instalaciones de la plaza de toros encontramos 4 corrales, 10 chiqueros, corraleta para los caballos, caballerizas, sala de toreros y enfermería. Además, dentro de sus dependencias se ubica el Museo Taurino Antonio Ordóñez.

En el año 1976 se declaró Conjunto Histórico-Artístico, justo en el centenario de su inauguración. Posteriormente, en el año 1981, fue declarado Bien de Interés Cultural (BIC). En la actualidad la titularidad de la plaza de toros pertenece a la Diputación de Málaga, ya que el Ayuntamiento de Málaga realizó una cesión de los derechos de posesión con el fin de pagar deudas que tenía con la Diputación. 

Por sus características y por la importancia de la ciudad en el panorama taurino, la Plaza de Toros de Málaga está considerada como de primera categoría. Honor que comparte con solo otros diez cosos en el resto del país, entre los que se incluyen la Plaza de Toros de Las Ventas, en Madrid; La Maestranza de Sevilla y la de Ronda.

En 2019 se desarrolló una importante obra de rehabilitación de buena parte del interior de la Plaza de Toros de Málaga. Lo que se pretendía era dotar al edificio de espacios habilitados para usos culturales y turísticos. Y el objetivo último es que la plaza pudiese ser utilizada a lo largo de todo el año.

En este sentido, conviene decir que, hasta el momento, el único espacio que tiene una utilidad permanente es el Museo Taurino de Málaga “Antonio Ordóñez”. Un centro expositivo dedicado a una de las leyendas del torero moderno, que contiene objetos de otros grandes espadas y que se inauguró en el año 1999.

Quien quiera asistir a una corrida en la Plaza de Toros de Málaga debe saber, ante todo, que esta es una plaza de temporada. Es decir, los espectáculos taurinos tienen lugar en momentos muy concretos del año, no de forma permanente. Así pues, estos son los eventos que implican la celebración de corridas de toros en La Malagueta:

Feria Taurina de Málaga: coincidiendo con la Feria (la fiesta grande la ciudad), a mediados de agosto, tiene lugar el calendario de corridas en la Plaza de Toros de Málaga. En función de la temporada, se celebran entre seis y ocho festejos.

Feria de Semana Santa: durante la Semana Santa tiene lugar la otra gran feria taurina de la ciudad. El cartel incluye dos corridas de toros. Una de ellas es la llamada Corrida Picassiana, en la que los toreros visten trajes alusivos a la obra de este gran artista malagueño.

Corrida de la Prensa: tiene lugar en el mes de junio, en concreto durante la festividad de San Ciriaco y Santa Paula, el 18 de junio.

De la Victoria: el 8 de septiembre se celebra una corrida de toros en honor a la patrona de la ciudad, la Virgen de la Victoria.

Triunfadores de la Plaza de Toros de Málaga. Como coso de primera que es, la Plaza de Toros de Málaga ha supuesto la consagración de numerosas figuras del toreo. Matadores tan míticos como el propio Antonio Ordóñez, que vivió en La Malagueta algunas de sus principales tardes de gloria. Tal es el vínculo de este torero con Málaga, que hace años se le dedicó una estatua, que se situó en uno de los accesos principales a la plaza de toros. Además, del ya citado Museo Taurino.

Otros espadas triunfadores en la Plaza de Toros de Málaga a lo largo de su historia han sido: Lagartijo: no solo estuvo en el cartel inaugural de la plaza, allá por 1876. También obtuvo numerosos trofeos en esta plaza a lo largo de su trayectoria.

Ricardo Torres “Bombita”: este torero, encabezó el palmarés taurino español durante cuatro años a principios del siglo XX, gracias también a sus triunfos en Málaga. Se le conocía como “el Papa blanco”.

Joselito “El Gallo”: hasta en dos ocasiones se “encerró a solas” el mítico torero en esta plaza para matar a seis toros.

Miguel Márquez: fue uno de los grandes toreros de la tierra, nacido en Benalmádena. Cortó numerosas orejas en esta plaza, también en festejos en los que él fue el único espada.

Luis Miguel Dominguín: cuñado de Antonio Ordóñez, protagonizó con éste una de las tardes más memorables de la Plaza de Toros de Málaga, en la que se cortaron diez orejas, cuatro rabos ¡y tres patas!

Curro Romero: el irregular torero de Camas (Sevilla) vivió en La Malagueta algunas de sus mejores tardes toreras.

Enrique Ponce: tiene una especial vinculación con la Plaza de Toros de Málaga. De su feria taurina ha salido como triunfador en varias ocasiones.

José Tomás: como el anterior, esta plaza supone uno de sus grandes fetiches y el lugar en el que ha triunfado en repetidos festejos.

El Juli: este torero ha salido varias veces a hombros de la Plaza de Toros de Málaga. Una de las últimas en la Feria de 2018.

Durante sus más de 145 años de existencia, la plaza de toros ha sufrido numerosas modificaciones con la intención de reforzar la estructura de esta, y se han transformado también sus edificios adyacentes. Entre los años 1930 y 1940 se modificó la fachada pintándola en blanco con una capa de mortero. Durante los años 60 se ampliaron los corrales y, en los 70, se reforzó estructuralmente. 

Desde estas últimas restauraciones el deterioro de la plaza de toros ha sido progresivo, y la Diputación ha tenido que invertir una gran carga económica para su mantenimiento. El proyecto de rehabilitación de la Plaza de toros de La Malagueta ha consistido en dos fases y la inversión económica ha sido de 5,3 millones de euros. Se ha realizado una limpieza e impermeabilización de las gradas en la primera fase, se ha rehabilitado la fachada, reforzado la estructura y se le ha dado un nuevo uso cultural en la segunda fase. Una vez concluidos los trabajos de restauración y conservación se ha dado lugar a un nuevo espacio cultural en La Malagueta, que pertenece al Centro Cultural La Térmica. 

El Centro Cultural que alberga la plaza de toros proviene de la Diputación y ha habilitado la plaza de toros de un centro de conferencias y eventos de dos salas, con un aforo de 200 espectadores. Un centro de arte de la tauromaquia, una zona de exposiciones temporales en la planta baja, y un área de exposición permanente, además de una cafetería-restaurante en la planta alta, son los servicios de los que ha sido dotada la plaza de toros con el fin de cumplir con su función de Centro Cultural. 


La Malaguete desde Gibralfaro.