Tentadero en la ganadería "Hnos Boyano" Villalpando (Zamora).

Roberto Martín Jarocho “Jarocho”. Huerta de Rey (Burgos) el 14 de Noviembre de 2004. Alumno de la Escuela Taurina de Salamanca.

Ganadería "Hnos Boyano" Villalpando (Zamora)

El pasado mes de abril de 2022, en la localidad Zamorana de Villalpando. La ganadería de los Hnos Boyano, propietarios de los hierros, Hnos Boyano de Paz y Elena Boyano Gago, las reses de ambos hierros pastan en las fincas “Dehesa El Encinar” y “Monte Coto” Villalpando (Zamora). Reses de procedencia Aldeanueva.

Para todos es sabido que en las plazas de tienta se prueba la bravura de las becerras contra la puya del picador y una segunda calidad, busca el ganadero la nobleza, frente a la muleta del torero actuante.

Nobleza y bravura son similares, juntas forman la esencia que el ganadero busca en el tentadero.

Una vaca noble embiste a la muleta cuando ésta se mueve, unas aprenden con más lentitud que otras, pero si el torero que tienta trata de realizarlo todo perfecto encontrará que la becerra va de menos a más y disfrutará él y todos los asistentes al tentadero.

Todas las vacas no son igualmente bravas ni igualmente nobles, los ganaderos realizan los tentaderos escrupulosamente buscando estas características si las encuentran la becerra permanecerá en la ganadería, por el contrario si la nota no justifica su permanencia, se manda al matadero.

Algunas vacas son tan bravas que una vez se abre la puerta para que abandonen la plaza, no quieren salir, se sacan toreándolas hasta el campo inmediato y se quedan en la puerta de la plaza pidiendo pelea.

Las vacas que no pasan la prueba, no es porque les falte bravura, es por la exigencia de la tienta. En la tienta todo se califica anotando y sopesando, y,  así termina la prueba.

Cuando una vaca entre en la plaza, recién sacada del corral, de la seguridad del resto de sus hermanas, de pronto se encuentra en el ruedo con el caballo del picador. Sola se siente en peligro, y empieza a embestir al torero y al caballo.

La puya que se usa para las vacas, hace sangre, en invierno no hace falta curarlas, pero cuando hace calor si no se hace con las moscas crían cocos y luego cuesta curar.

Lo que más se valora es que la vaca vaya al caballo por derecho, con buen son, buscando la pelea, con fijeza, que no escarbe y que empuje todo lo que pueda metiendo los riñones, eso es lo que pretenden todos los ganaderos en el examen.

Las faenas de muleta en los tentaderos son más largas que en la plaza, el torero la torea y la torea, y después de aquel viene otro y la continua toreando con suavidad y temple, acoplándose a la embestida de la vaca, hasta que el torero consigue que la vaca se acople a él, y cada vez más larga, más humillada, más honda, más templada para rematar los pases detrás de la cintura del torero.

Otro aspecto digno de tenerse en cuenta es el que la vaca no se marche a la pared, a las tablas, o lo que es lo mismo, que no se aquerencie en tablas. La faena de muleta debe realizarse en el medio de la plaza y si por cualquier circunstancia la becerra se va a las tablas tiene que salir de allí en cuanto se le llame. Los toros en la plaza se agotan antes, y si no son bravos tienen tendencia a buscar refugio en las tablas, a rajarse.

Por tanto las becerras que muestren este defecto en la tienta deben desecharse.

Tienen que tener en cuenta que a la vaca se la puntúa por Fijeza, Humillar, Desplazamiento, Repetir embestidas, Duración, Casta, Fuerza y Nobleza.

Para tentar bien una vaca es conveniente conocer bien el encaste a tentar. Hay que conocer bien, por ejemplo, el problema de las distancias que es fundamental en la tienta. Cada animal y cada suerte exigen su propia distancia, Es muy difícil que dos becerras de la misma ganadería puedan torearse de la misma manera.

Resumiendo el tentadero es el laboratorio del ganadero donde se analizan en profundidad varios puntos:

Casta: afán de lucha en la lidia.

Bravura: manifestar ese afán de lucha embistiendo en la lidia.

Nobleza: obedecer a los engaños si le haces las cosas muy bien. Ese es el toro o la vaca que busca el ganadero, con una base de fuerza y otra serie de condiciones, como la fiereza, el repetir, el humillar al máximo. Tres requisitos indispensables si tiene bravura y nobleza pero si le falta la casta llega un momento que abre la boca, se raja, etc.

También hay que tratar de no confundir el genio de la casta en el tentadero, hay que hilar muy fino para ello. Que una becerra tome cinco puyazos en pocos minutos y después se coma al torero, estupendo, pero de esas salen media docena en cada camada.

Luego están las de notable y las normalitas que de esas son las que más abundan, ahí, está la tienta y el ganadero.

El ganadero no debe mandar a otro, por mucha estima que tenga hacia él, para que realice un tentadero, por no poder estar, se cambiaría el criterio de valoración de los animales al igual que ocurre con los presidentes en las corridas de toros. Es el ganadero el que tiene que aprender de sus errores en la selección, de ellos aprende, y aprende, para tener su criterio más propio, sus matices y sus cosas.

Ganadería "Hnos Boyano" Villalpando (Zamora).

Roberto Martín Jarocho “Jarocho”. Huerta de Rey (Burgos) el 14 de Noviembre de 2004. Alumno de la Escuela Taurina de Salamanca.