“Entre luces y sombras: el ascenso imparable de Olga Casado”

“Entre luces y sombras: el ascenso imparable de Olga Casado”

“Olga Casado: la fuerza renovadora que divide opiniones en la tauromaquia moderna”


Olga Casado se ha convertido en uno de los nombres más comentados del toreo actual. Nacida en Soria, España, su irrupción en la tauromaquia ha generado tanto admiración como controversia. Desde sus inicios, su historia ha estado marcada por una doble lucha: hacerse un nombre dentro del mundo taurino y, al mismo tiempo, desafiar los prejuicios de género profundamente arraigados en este ámbito.

A lo largo de los años, Olga ha ido consolidando una carrera basada en el esfuerzo, la técnica y un estilo personal definido por la elegancia y el temple. Se ha forjado como novillera en plazas de gran tradición, participando en faenas que le han permitido ganar notoriedad y reconocimiento dentro del circuito. Ha sido aplaudida por su capacidad de conectar emocionalmente con el toro y por transmitir un toreo más artístico que espectacular.

Sin embargo, su camino no ha estado exento de polémica. A medida que su presencia en los carteles ha crecido, también lo han hecho los cuestionamientos sobre la forma en que ha llegado a ocupar espacios de tanto protagonismo. Y es que, en un mundo donde cada peldaño suele conquistarse con años de lucha y de enfrentarse a toros y compañeros en igualdad de condiciones, la rapidez con la que Olga ha escalado posiciones ha hecho levantar algunas quejas.


Entre los principales puntos de crítica que se le hacen a su carrera, destacan los siguientes:

Olga Casado ha experimentado un ascenso acelerado en el ámbito taurino, participando en importantes carteles y compartiendo escenario con toreros consagrados, pese a contar con una trayectoria limitada en plazas menores. Esta rápida proyección ha suscitado interrogantes sobre la naturaleza orgánica de su progreso, generando especulaciones acerca de posibles influencias externas.

Asimismo, su vinculación con destacadas personalidades del mundo taurino y su reciente apoderamiento por Plaza 1, entidad que gestiona la emblemática plaza de Las Ventas, han alimentado opiniones que sugieren un respaldo estratégico no accesible para la mayoría de los novilleros.

Otro punto de crítica recurrente es la aparente ausencia de enfrentamientos directos con otros novilleros de similar nivel, lo que ha reforzado la percepción de que su carrera no ha transitado por el circuito competitivo tradicional.

En determinadas ocasiones, Casado ha lidiado con toros catalogados como nobles y de embestida menos exigente, situación que, según algunos expertos, disminuye el valor de sus actuaciones frente a ejemplares de mayor dificultad.

Finalmente, aunque su estilo se caracteriza por la técnica, el temple y la claridad en el toreo, ciertos críticos consideran que carece de la intensidad y la fuerza necesarias para consolidarse como una figura sobresaliente, en un contexto donde la combinación de arte y poder resulta fundamental.


Una figura femenina que desafía barreras

Más allá de las críticas, es innegable que Olga Casado ha aportado visibilidad y representación femenina a un mundo que tradicionalmente ha sido hostil con las mujeres toreras. En ese sentido, su figura trasciende lo meramente taurino y se convierte también en símbolo de lucha y transformación cultural.

Ha sido reconocida como una referente del feminismo taurino, no por discursos, sino por hechos: abrirse paso, demostrar capacidad, y mantenerse firme en un entorno que aún cuestiona el papel de la mujer en el ruedo. En entrevistas ha dejado claro que nunca ha buscado privilegios, sino oportunidades para demostrar su valía, y ha utilizado las críticas como combustible para seguir creciendo.

Además, ha inspirado a otras jóvenes interesadas en la tauromaquia, quienes ahora ven en ella un modelo de cómo romper techos de cristal dentro de una de las tradiciones más conservadoras de la cultura española.


Perspectiva futura

El futuro de Olga Casado como figura del toreo sigue abierto. Muchos esperan su alternativa como matadora, aunque otros consideran que aún debe recorrer más camino en el escalafón novilleril para justificar ese salto con firmeza. Lo cierto es que, a pesar de las dudas, su nombre ya está en el mapa, y su trayectoria genera interés, tanto entre aficionados como entre medios y empresarios.

Su reto principal será consolidarse desde el ruedo, medirse con otros novilleros, y demostrar que más allá de los apoyos o la imagen pública, su sitio en la tauromaquia está respaldado por méritos propios y no por decisiones estratégicas de despacho.

Olga Casado representa una figura compleja dentro de la tauromaquia actual: es símbolo de cambio, de inclusión y de talento, pero también es blanco de cuestionamientos legítimos sobre los ritmos y formas de construir una carrera en el mundo del toro. Su evolución en los próximos años será clave para despejar dudas y reafirmar su lugar entre los nombres que marcan el presente y futuro de la tauromaquia.

En definitiva, Olga no solo torea contra el toro, sino también contra las expectativas, los prejuicios y la presión del mundo que la rodea. El tiempo y el ruedo dirán si logra convertirse en una matadora de pleno derecho, admirada por su arte y respetada por su trayectoria.

“Entre luces y sombras: el ascenso imparable de Olga Casado”

“Olga Casado: la fuerza renovadora que divide opiniones en la tauromaquia moderna”

Olga Casado se ha convertido en uno de los nombres más comentados del toreo actual. Nacida en Soria, España, su irrupción en la tauromaquia ha generado tanto admiración como controversia. Desde sus inicios, su historia ha estado marcada por una doble lucha: hacerse un nombre dentro del mundo taurino y, al mismo tiempo, desafiar los prejuicios de género profundamente arraigados en este ámbito.

A lo largo de los años, Olga ha ido consolidando una carrera basada en el esfuerzo, la técnica y un estilo personal definido por la elegancia y el temple. Se ha forjado como novillera en plazas de gran tradición, participando en faenas que le han permitido ganar notoriedad y reconocimiento dentro del circuito. Ha sido aplaudida por su capacidad de conectar emocionalmente con el toro y por transmitir un toreo más artístico que espectacular.

Sin embargo, su camino no ha estado exento de polémica. A medida que su presencia en los carteles ha crecido, también lo han hecho los cuestionamientos sobre la forma en que ha llegado a ocupar espacios de tanto protagonismo. Y es que, en un mundo donde cada peldaño suele conquistarse con años de lucha y de enfrentarse a toros y compañeros en igualdad de condiciones, la rapidez con la que Olga ha escalado posiciones ha hecho levantar algunas quejas.

Entre los principales puntos de crítica que se le hacen a su carrera, destacan los siguientes:

Olga Casado ha experimentado un ascenso acelerado en el ámbito taurino, participando en importantes carteles y compartiendo escenario con toreros consagrados, pese a contar con una trayectoria limitada en plazas menores. Esta rápida proyección ha suscitado interrogantes sobre la naturaleza orgánica de su progreso, generando especulaciones acerca de posibles influencias externas.

Asimismo, su vinculación con destacadas personalidades del mundo taurino y su reciente apoderamiento por Plaza 1, entidad que gestiona la emblemática plaza de Las Ventas, han alimentado opiniones que sugieren un respaldo estratégico no accesible para la mayoría de los novilleros.

Otro punto de crítica recurrente es la aparente ausencia de enfrentamientos directos con otros novilleros de similar nivel, lo que ha reforzado la percepción de que su carrera no ha transitado por el circuito competitivo tradicional.

En determinadas ocasiones, Casado ha lidiado con toros catalogados como nobles y de embestida menos exigente, situación que, según algunos expertos, disminuye el valor de sus actuaciones frente a ejemplares de mayor dificultad.

Finalmente, aunque su estilo se caracteriza por la técnica, el temple y la claridad en el toreo, ciertos críticos consideran que carece de la intensidad y la fuerza necesarias para consolidarse como una figura sobresaliente, en un contexto donde la combinación de arte y poder resulta fundamental.

Una figura femenina que desafía barreras

Más allá de las críticas, es innegable que Olga Casado ha aportado visibilidad y representación femenina a un mundo que tradicionalmente ha sido hostil con las mujeres toreras. En ese sentido, su figura trasciende lo meramente taurino y se convierte también en símbolo de lucha y transformación cultural.

Ha sido reconocida como una referente del feminismo taurino, no por discursos, sino por hechos: abrirse paso, demostrar capacidad, y mantenerse firme en un entorno que aún cuestiona el papel de la mujer en el ruedo. En entrevistas ha dejado claro que nunca ha buscado privilegios, sino oportunidades para demostrar su valía, y ha utilizado las críticas como combustible para seguir creciendo.

Además, ha inspirado a otras jóvenes interesadas en la tauromaquia, quienes ahora ven en ella un modelo de cómo romper techos de cristal dentro de una de las tradiciones más conservadoras de la cultura española.

Perspectiva futura

El futuro de Olga Casado como figura del toreo sigue abierto. Muchos esperan su alternativa como matadora, aunque otros consideran que aún debe recorrer más camino en el escalafón novilleril para justificar ese salto con firmeza. Lo cierto es que, a pesar de las dudas, su nombre ya está en el mapa, y su trayectoria genera interés, tanto entre aficionados como entre medios y empresarios.

Su reto principal será consolidarse desde el ruedo, medirse con otros novilleros, y demostrar que más allá de los apoyos o la imagen pública, su sitio en la tauromaquia está respaldado por méritos propios y no por decisiones estratégicas de despacho.

Olga Casado representa una figura compleja dentro de la tauromaquia actual: es símbolo de cambio, de inclusión y de talento, pero también es blanco de cuestionamientos legítimos sobre los ritmos y formas de construir una carrera en el mundo del toro. Su evolución en los próximos años será clave para despejar dudas y reafirmar su lugar entre los nombres que marcan el presente y futuro de la tauromaquia.

En definitiva, Olga no solo torea contra el toro, sino también contra las expectativas, los prejuicios y la presión del mundo que la rodea. El tiempo y el ruedo dirán si logra convertirse en una matadora de pleno derecho, admirada por su arte y respetada por su trayectoria.

“Aarón Palacio, a las puertas de la alternativa”


Aarón Palacio.


“Aarón Palacio, a las puertas de la alternativa”


Una nueva etapa comienza para el torero aragonés en Nîmes.




En Biota, un pequeño pueblo de la Comarca de las Cinco Villas, provincia de Zaragoza, nació el 21 de enero de 2005 Aarón Palacio Aineto. Sus primeros años transcurrieron entre las calles tranquilas de su tierra natal, pero muy pronto el destino empezó a marcarlo con la fuerza de una vocación que parecía más intuida que explicada. No venía de una familia con tradición taurina, pero había algo en su interior que lo empujaba a mirar hacia el ruedo. El día de Navidad en que recibió una muleta como regalo fue quizá la chispa que encendió la llama: pocos días después, en una visita a Ejea de los Caballeros, saltó al ruedo de una ganadería y comenzó a imitar, con la inocencia de un niño y la seriedad de un torero, lo que había aprendido de los vídeos. Aquella improvisación, a medio camino entre el juego y la revelación, se convirtió en el primer capítulo de una carrera.


Pronto entró en la Escuela Taurina “Mar de Nubes”, con sede en Zaragoza, donde su talento encontró cauce. Allí se forjó con disciplina, bajo la tutela de técnicos y maestros como Miguel Ángel “El Duque” y Miguel Cuartero, que no buscaban simplemente formar toreros, sino transmitir valores de respeto, esfuerzo y responsabilidad. Años después, Aarón ha reconocido que ese aprendizaje temprano le hizo madurar antes de tiempo, que el hecho de jugarse la vida día tras día frente a un animal de más de 400 kilos es una forma acelerada de crecer. “El torero nace, vive y muere siendo torero”, ha dicho alguna vez con rotundidad, consciente de que más allá del oficio, el toreo es un modo de vida.



Su estilo refleja esa madurez. Toreo clásico, templado, limpio, con gusto por los muletazos despaciosos y ligados, con la ambición de buscar siempre la pureza. No rehúye la dificultad: si el toro no colabora, sabe apretar los dientes, adaptarse y dejar en cada tanda la huella de su seriedad y su ambición. Esa conjunción de clasicismo y firmeza lo ha convertido en una de las grandes promesas de la tauromaquia.



Los reconocimientos no tardaron en llegar. En 2024 se proclamó ganador del prestigioso Certamen Zapato de Oro de Arnedo. Ese mismo año fue distinguido como Mejor Novillero de la temporada en la Real Maestranza de Sevilla por la Tertulia Los 13, gracias a la faena del 26 de mayo en la que cortó una oreja y conquistó a la crítica. También ha brillado en Bilbao, Pamplona, Madrid y en distintas plazas francesas, como Garlin, donde demostró su temple aunque los aceros le privaran de mayor premio.



El 19 de abril de 2025, en la Feria de San Jorge de Zaragoza, abrió la puerta grande de la Plaza de la Misericordia tras una tarde memorable que lo confirmó como profeta en su tierra. Poco después, una serie de percances en Tarazona de Aragón, con tres cogidas seguidas y un esguince en el tobillo, lo obligaron a frenar. Pero Aarón volvió con fuerza, reapareciendo en Albacete, Mas de Las Matas, El Casar y Arganda del Rey y mirando de frente el futuro inmediato que lo espera.


Ese futuro tiene fecha: el 20 de septiembre de 2025. Ese día tomará la alternativa en la plaza de toros de Nîmes, dentro de la Feria de la Vendimia, uno de los escenarios más emblemáticos de Francia. El padrino será José María Manzanares, el testigo Andrés Roca Rey y los toros, de la prestigiosa ganadería de Jandilla. Será un día que quedará escrito en su biografía como el paso definitivo de la promesa al matador, de la ilusión al compromiso mayor.



En Biota ya se ha fundado la Peña Taurina Aarón Palacio, que lo acompaña en cada compromiso, que organiza tertulias, viajes y visitas a ganaderías para apoyarlo. Entre los suyos, Aarón encuentra el calor que le recuerda de dónde viene y hacia dónde va. Él mismo lo resume con sencillez: afronta cada tarde “como si fuera la última”, consciente de que el toreo es entrega, verdad y riesgo.



Apenas ha cumplido veinte años y ya carga sobre sus hombros la responsabilidad de ser señalado como una de las grandes promesas de la tauromaquia actual. Su historia es la de un niño que jugaba a imitar pases en un ruedo vacío y que hoy se prepara para convertirse en matador de toros en una de las plazas más prestigiosas del mundo. Un relato de vocación temprana, de maduración acelerada, de triunfos, heridas y sueños, que sigue escribiéndose cada tarde en que Aarón Palacio se viste de luces.



¡A por todas, Aarón! El valor, la verdad y la pasión que te han traído hasta aquí te llevarán aún más lejos.


“Aarón Palacio, a las puertas de la alternativa”

Una nueva etapa comienza para el torero aragonés en Nîmes.

En Biota, un pequeño pueblo de la Comarca de las Cinco Villas, provincia de Zaragoza, nació el 21 de enero de 2005 Aarón Palacio Aineto. Sus primeros años transcurrieron entre las calles tranquilas de su tierra natal, pero muy pronto el destino empezó a marcarlo con la fuerza de una vocación que parecía más intuida que explicada. No venía de una familia con tradición taurina, pero había algo en su interior que lo empujaba a mirar hacia el ruedo. El día de Navidad en que recibió una muleta como regalo fue quizá la chispa que encendió la llama: pocos días después, en una visita a Ejea de los Caballeros, saltó al ruedo de una ganadería y comenzó a imitar, con la inocencia de un niño y la seriedad de un torero, lo que había aprendido de los vídeos. Aquella improvisación, a medio camino entre el juego y la revelación, se convirtió en el primer capítulo de una carrera.

Pronto entró en la Escuela Taurina “Mar de Nubes”, con sede en Zaragoza, donde su talento encontró cauce. Allí se forjó con disciplina, bajo la tutela de técnicos y maestros como Miguel Ángel “El Duque” y Miguel Cuartero, que no buscaban simplemente formar toreros, sino transmitir valores de respeto, esfuerzo y responsabilidad. Años después, Aarón ha reconocido que ese aprendizaje temprano le hizo madurar antes de tiempo, que el hecho de jugarse la vida día tras día frente a un animal de más de 400 kilos es una forma acelerada de crecer. “El torero nace, vive y muere siendo torero”, ha dicho alguna vez con rotundidad, consciente de que más allá del oficio, el toreo es un modo de vida.

Su estilo refleja esa madurez. Toreo clásico, templado, limpio, con gusto por los muletazos despaciosos y ligados, con la ambición de buscar siempre la pureza. No rehúye la dificultad: si el toro no colabora, sabe apretar los dientes, adaptarse y dejar en cada tanda la huella de su seriedad y su ambición. Esa conjunción de clasicismo y firmeza lo ha convertido en una de las grandes promesas de la tauromaquia.

Los reconocimientos no tardaron en llegar. En 2024 se proclamó ganador del prestigioso Certamen Zapato de Oro de Arnedo. Ese mismo año fue distinguido como Mejor Novillero de la temporada en la Real Maestranza de Sevilla por la Tertulia Los 13, gracias a la faena del 26 de mayo en la que cortó una oreja y conquistó a la crítica. También ha brillado en Bilbao, Pamplona, Madrid y en distintas plazas francesas, como Garlin, donde demostró su temple aunque los aceros le privaran de mayor premio.

El 19 de abril de 2025, en la Feria de San Jorge de Zaragoza, abrió la puerta grande de la Plaza de la Misericordia tras una tarde memorable que lo confirmó como profeta en su tierra. Poco después, una serie de percances en Tarazona de Aragón, con tres cogidas seguidas y un esguince en el tobillo, lo obligaron a frenar. Pero Aarón volvió con fuerza, reapareciendo en Albacete, Mas de Las Matas, El Casar y Argande del Rey y mirando de frente el futuro inmediato que lo espera.

Ese futuro tiene fecha: el 20 de septiembre de 2025. Ese día tomará la alternativa en la plaza de toros de Nîmes, dentro de la Feria de la Vendimia, uno de los escenarios más emblemáticos de Francia. El padrino será José María Manzanares, el testigo Andrés Roca Rey y los toros, de la prestigiosa ganadería de Jandilla. Será un día que quedará escrito en su biografía como el paso definitivo de la promesa al matador, de la ilusión al compromiso mayor.

En Biota ya se ha fundado la Peña Taurina Aarón Palacio, que lo acompaña en cada compromiso, que organiza tertulias, viajes y visitas a ganaderías para apoyarlo. Entre los suyos, Aarón encuentra el calor que le recuerda de dónde viene y hacia dónde va. Él mismo lo resume con sencillez: afronta cada tarde “como si fuera la última”, consciente de que el toreo es entrega, verdad y riesgo.

Apenas ha cumplido veinte años y ya carga sobre sus hombros la responsabilidad de ser señalado como una de las grandes promesas de la tauromaquia actual. Su historia es la de un niño que jugaba a imitar pases en un ruedo vacío y que hoy se prepara para convertirse en matador de toros en una de las plazas más prestigiosas del mundo. Un relato de vocación temprana, de maduración acelerada, de triunfos, heridas y sueños, que sigue escribiéndose cada tarde en que Aarón Palacio se viste de luces.

¡A por todas, Aarón! El valor, la verdad y la pasión que te han traído hasta aquí te llevarán aún más lejos.

 

LA AMBICIÓN DE ÁNGEL

Ángel Alarcón.

LA AMBICIÓN DE ÁNGEL 



"Solamente torear bien...poder ser yo mismo, expresarme como siento”



Esto es lo que responde Ángel Alarcón cuando se le pregunta sobre su ambición en el toro. Una respuesta sencilla y sincera, una apuesta complicada en estos tiempos en los que las orejas y los triunfos se consiguen a veces dejando de lado estos factores.



 Con la claridad de ideas y la mente despejada y puesta en este objetivo se presenta Ángel en Zaragoza el 6 de Octubre en la feria del Pilar, algo que llevaba tiempo buscando y que por fin ha llegado ( saber esperar es también una virtud). 


A veces se sienta en la ladera de la ganadería familiar y mientras cae el sol y sus vacas bravas rumian el atardecer se le pasan las horas pensando, en si será capaz, en si le embestirá un novillo, en si será comprendido, si entrará la espada, en Uceda, en Manzanares padre...



 LA AMBICIÓN DE ÁNGEL

"Solamente torear bien...poder ser yo mismo, expresarme como siento”

Esto es lo que responde Ángel Alarcón cuando se le pregunta sobre su ambición en el toro. Una respuesta sencilla y sincera, una apuesta complicada en estos tiempos en los que las orejas y los triunfos se consiguen a veces dejando de lado estos factores.

 Con la claridad de ideas y la mente despejada y puesta en este objetivo se presenta Ángel en Zaragoza el 6 de Octubre en la feria del Pilar, algo que llevaba tiempo buscando y que por fin ha llegado ( saber esperar es también una virtud).

A veces se sienta en la ladera de la ganadería familiar y mientras cae el sol y sus vacas bravas rumian el atardecer se le pasan las horas pensando, en si será capaz, en si le embestirá un novillo, en si será comprendido, si entrará la espada, en Uceda, en Manzanares padre...