Segunda parte de la jornada organizada por El Rincón Taurino el Mentidero y "Se Hará Lo Que Se Pueda”.

Segunda parte de la jornada organizada por El Rincón Taurino el Mentidero y "Se Hará Lo Que Se Pueda”. Ganadería "Toros de Guerrero" Fuentes de Ebro (Zaragoza).

Gregorio Tebar "El Inclusero y David Campos.

En la ganadería de Toros de Guerrero y ante un reducido grupo de privilegiados se tentaron 3 becerras a cargo de los maestros Gregorio Tebar "El Inclusero”, Carlos Escolar "Frascuelo " y el novillero toledano David Campos. 

Gregorio Tebar "El Inclusero".
Tocaba refrendar las palabras del día anterior, donde se habló de torería, de distancias, del valor, de la apuesta, de los percances y de lo apasionante que es ser un  torero con personalidad...

Se abrió de capa el maestro Inclusero ante un oponente que le quería comer terreno y demostró que se puede usar las muñecas para dominar las impetuosas embestidas de la brava castaña que le toco en suerte. 




Casta de torero la que demostró al salirse con torería a base de doblones para dominar la geniuda embestida del animal. 


Asentado y firme el maestro apostó por no ceder terreno y tras varios muletazos de mano baja resultó volteado y zarandeado para salir del trance con dos costillas rotas. Se recompuso el maestro enseguida pero la procesión iba por dentro y aguantó el dolor.

Carlos Escolar "Frascuelo".

Frascuelo bordó el toreo de capa con un animal más enclasado que le permitió desde el inicio mecer el capote de forma sublime. 



La becerra fue a más y la distancia fue clave para ello, dibujó auténticos carteles de toros y en total rivalidad con su amigo Gregorio apretó hasta el punto de ser volteado también. Se levantó ileso y pudo terminar una faena jaleada por los asistentes con gran pasión. 





David Campos.

David Campos demostró que es digno heredero de ese toreo que los maestros han dejando por los ruedos. 

Brava erala la suya a la que le fue ganando terreno con el capote a base de echar la "pata palante", con la muleta comenzó con torerisimos doblones y con ambas manos demostró la personalidad de su toreo. Se la pasó muy cerca con la mano muy baja y también resultó volteado sin consecuencias. 

D. José Daniel Guerrero citando de lejos a la brava erala.

Un lujo y un placer ver a estos dos torerazos acompañando a un novillero que hace  que su legado siga vigente. 

Un trato exquisito de los anfitriones  y un lujo ver las embestidas de los animales de la familia Guerrero.


Miguel Pereira, Miguel Ángel Elduque, Cesar Usan y Leire Usan.

 Segunda parte de la jornada organizada por El Rincón Taurino el Mentidero y "Se Hará Lo Que Se Pueda”.

En la ganadería de Toros de Guerrero y ante un reducido grupo de privilegiados se tentaron 3 becerras a cargo de los maestros Gregorio Tebar "El Inclusero”, Carlos Escolar "Frascuelo " y el novillero toledano David Campos.

Tocaba refrendar las palabras del día anterior, donde se habló de torería, de distancias, del valor, de la apuesta, de los percances y de lo apasionante que es ser un  torero con personalidad...

A fe que de todo eso y más hubo en una mañana templada en la preciosa finca de la familia Guerrero.

Se abrió de capa el maestro Inclusero ante un oponente que le quería comer terreno y demostró que se puede usar las muñecas para dominar las impetuosas embestidas de la brava castaña que le toco en suerte.

Casta de torero la que demostró al salirse con torería a base de doblones para dominar la geniuda embestida del animal.

Asentado y firme el maestro apostó por no ceder terreno y tras varios muletazos de mano baja resultó volteado y zarandeado para salir del trance con dos costillas rotas. Se recompuso el maestro enseguida pero la procesión iba por dentro y aguantó el dolor.

Frascuelo bordó el toreo de capa con un animal más enclasado que le permitió desde el inicio mecer el capote de forma sublime.

La becerra fue a más y la distancia fue clave para ello, dibujó auténticos carteles de toros y en total rivalidad con su amigo Gregorio apretó hasta el punto de ser volteado también. Se levantó ileso y pudo terminar una faena jaleada por los asistentes con gran pasión.

David Campos demostró que es digno heredero de ese toreo que los maestros han dejando por los ruedos.

Brava erala la suya a la que le fue ganando terreno con el capote a base de echar la "pata palante", con la muleta comenzó con torerisimos doblones y con ambas manos demostró la personalidad de su toreo. Se la pasó muy cerca con la mano muy baja y también resultó volteado sin consecuencias.

Un lujo y un placer ver a estos dos torerazos acompañando a un novillero que hace  que su legado siga vigente.

Un trato exquisito de los anfitriones  y un lujo ver las embestidas de los animales de la familia Guerrero.

Por Miguel Ángel Elduque.