Alberto Álvarez, el torero de Valareña y su cita con Zaragoza en el Pilar 2025
El próximo 12 de octubre de 2025, la plaza de toros de La Misericordia volverá a ver anunciado en sus carteles a Alberto Álvarez Navarro, el torero de Valareña. El aragonés, nacido en 1980 en esta pedanía de Ejea de los Caballeros, es uno de los nombres propios del toreo de Aragón en las últimas décadas y volverá a ponerse el traje de luces en la corrida goyesca de la Feria del Pilar, con un encierro de la ganadería navarra Pincha.
Los inicios de un
torero aragonés
La afición le brotó desde niño, alentado siempre por su madre, Digna Navarro, que lo acompañó en cada paso. Con apenas trece años ya soñaba con los ruedos y no tardó en debutar en público: fue el 16 de junio de 1996, en Santa Elena (Jaén), como becerrista. Tres años después, el 10 de abril de 1999, toreó su primera novillada con picadores en Frómista (Palencia), donde cortó dos orejas, y ese mismo otoño se presentó en Las Ventas.
La alternativa y la confirmación
El 7 de septiembre de 2003, en Ejea de los Caballeros, tomó la alternativa de manos de Víctor Puerto y con Morante de la Puebla como testigo, frente al toro Cervicillo de Los Bayones. Dos años después, en julio de 2005, confirmaba en Madrid, en la primera plaza del mundo, su condición de matador.
Estilo y carácter
Álvarez es un torero de trazo clásico, con técnica y temple, capaz de llevar muy cosidos los toros y sacarles fondo en sus embestidas. No es un improvisador, sino un torero de oficio y de poso, que ha sabido mantenerse con dignidad en un escalafón duro. En la Feria del Pilar de 2018, la prensa local lo resumía así: “El de Valareña le cortó una oreja al bravo y encastado segundo… ligó importantes series por ambos pitones… oreja de ley.”
Triunfos, heridas y perseverancia
Su carrera también ha estado marcada por la dureza del toreo: una cornada grave en Zaragoza en 2006, una operación de hombro en 2011 y una fuerte cogida en Calanda en 2012 que le dejó tres trayectorias en el muslo. Pero siempre volvió. El último gran aldabonazo lo dio en septiembre de 2024, en Ejea de los Caballeros, donde cortó cuatro orejas y salió a hombros junto a Daniel Luque tras una corrida de Salvador Domecq.
El Pilar 2025: una cita con su gente
La tarde del Pilar será especial. Torear en Zaragoza siempre lo ha sido para
él, pero hacerlo en el día grande de las fiestas, en una goyesca y con la
expectación que genera la participación de Pincha, le da un valor añadido. Ese
domingo 12 de octubre, Álvarez compartirá cartel con Román y José Fernando
Molina, y tendrá delante un encierro que despierta mucha expectación.
Más que una corrida, será un reencuentro con su plaza y con la afición que más le identifica. El torero de Valareña afronta la cita con la ilusión de un debutante y la madurez de más de dos décadas de carrera. Zaragoza y el Pilar le esperan.
Con determinación, pasión y entrega, Alberto Álvarez está listo para ofrecer una tarde inolvidable. Que la suerte y el valor le acompañen en esta nueva página de su historia taurina.
Alberto Álvarez, el torero de Valareña y su cita con Zaragoza en el Pilar 2025
El próximo 12 de octubre de 2025, la plaza de toros de La Misericordia volverá a ver anunciado en sus carteles a Alberto Álvarez Navarro, el torero de Valareña. El aragonés, nacido en 1980 en esta pedanía de Ejea de los Caballeros, es uno de los nombres propios del toreo de Aragón en las últimas décadas y volverá a ponerse el traje de luces en la corrida goyesca de la Feria del Pilar, con un encierro de la ganadería navarra Pincha.
Los inicios de un
torero aragonés
La afición le brotó desde niño, alentado siempre por su madre, Digna Navarro, que lo acompañó en cada paso. Con apenas trece años ya soñaba con los ruedos y no tardó en debutar en público: fue el 16 de junio de 1996, en Santa Elena (Jaén), como becerrista. Tres años después, el 10 de abril de 1999, toreó su primera novillada con picadores en Frómista (Palencia), donde cortó dos orejas, y ese mismo otoño se presentó en Las Ventas.
La alternativa y la
confirmación
El 7 de septiembre de 2003, en Ejea de los Caballeros, tomó la alternativa de manos de Víctor Puerto y con Morante de la Puebla como testigo, frente al toro Cervicillo de Los Bayones. Dos años después, en julio de 2005, confirmaba en Madrid, en la primera plaza del mundo, su condición de matador.
Estilo y carácter
Álvarez es un torero de trazo clásico, con técnica y temple, capaz de llevar muy cosidos los toros y sacarles fondo en sus embestidas. No es un improvisador, sino un torero de oficio y de poso, que ha sabido mantenerse con dignidad en un escalafón duro. En la Feria del Pilar de 2018, la prensa local lo resumía así: “El de Valareña le cortó una oreja al bravo y encastado segundo… ligó importantes series por ambos pitones… oreja de ley.”
Triunfos, heridas y
perseverancia
Su carrera también ha estado marcada por la dureza del toreo: una cornada grave en Zaragoza en 2006, una operación de hombro en 2011 y una fuerte cogida en Calanda en 2012 que le dejó tres trayectorias en el muslo. Pero siempre volvió. El último gran aldabonazo lo dio en septiembre de 2024, en Ejea de los Caballeros, donde cortó cuatro orejas y salió a hombros junto a Daniel Luque tras una corrida de Salvador Domecq.
El Pilar 2025: una cita con su gente
La tarde del Pilar será especial. Torear en Zaragoza siempre lo ha sido para
él, pero hacerlo en el día grande de las fiestas, en una goyesca y con la
expectación que genera la participación de Pincha, le da un valor añadido. Ese
domingo 12 de octubre, Álvarez compartirá cartel con Román y José Fernando
Molina, y tendrá delante un encierro que despierta mucha expectación.
Más que una corrida, será un reencuentro con su plaza y con la afición que más le identifica. El torero de Valareña afronta la cita con la ilusión de un debutante y la madurez de más de dos décadas de carrera. Zaragoza y el Pilar le esperan.
Con determinación, pasión y entrega, Alberto Álvarez está listo para ofrecer una tarde inolvidable. Que la suerte y el valor le acompañen en esta nueva página de su historia taurina.